Pregúntale a Alicia se basa en el autentico diario de una
muchacha de quince años.
·
Septiembre
25
Tal vez se deba a que estoy creciendo, a que la vida se va volviendo
asquerosa. Julie Brown celebro una fiesta, pero no fui. He engordado más de
tres kilos, tres feos, grasientos, torpes, babosos kilos, y sin nada que
ponerme. Empiezo a tener un aspecto tan fofo como mi estado de ánimo.
·
Septiembre 30
Tal vez ahora las cosas sean como antes, como cuando yo era
mas joven. Tal vez mi padre vuelva a dar clases en Europa cada verano, y
entonces, como solíamos. Iremos con él. ¡Oh, que tiempos divertidos aquellos!
Voy a ponerme a régimen. Cuando nos mudemos de casa seré otra persona. Ni un
mordisco más al chocolate, ni una patata
frita volverá a cruzar mis labios hasta que no haya perdido cinco kilos de
redondeces y de bultos de grasa. Voy a renovar completamente mi vestuario. ¿Qué
me importa el ridículo Roger? Confidencialmente le diría, que todavía me
importa. Supongo que lo amare siempre, pero antes de que nos vayamos, cuando
este más delgada, y mi piel, ahora fofa, sea tersa como el raso y los pétalos
de rosa, cuando tenga vestidos como de maniquí, entonces me pedirá que salga
otra vez con él.
¡Oh, por favor mi Diario!, ayúdame a ser fuerte y firme. Ayúdame
a hacer gimnasia cada mañana y noche, a limpiar mi cutis, a comer debidamente,
a ser optimista y agradable, y positiva y risueña.
·
Octubre 22
Scott Lossee me ha invitado para ir al cie el viernes. He
perdido casi cinco kilos, pero todavía me gustaría perder otros tantos. Mama
dice que yo no puedo estar tan flaca, pero ella no sabe. Yo si se. Yo sé. No he
probado un dulce desde hace un tiempo que he olvidado su sabor. A lo mejor el
viernes por la noche vamos a una tasca y me como unas fritangas.
¡Um…!
·
Octubre 26
Mi madre dice que a medida que una chica crece, las hormonas
invaden nuestras venas aumentando nuestro deseo sexual. Supongo que yo crezco
despacio.
·
Diciembre 4
Mama no quiere que siga hacienda régimen de adelgazamiento.
Entre nosotros, te diré que eso no es asunto suyo. A ella no le gusta verme
como una vaca, a nadie le gusta, ni a mí misma. Me pregunto si no debería
meterme el dedo en la garganta después de cada comida, a fin de vomitarla. De
nuevo me obliga a cenar, precisamente cuando había bajado de peso hasta casi el
que yo quería y ya no tenía que combatir los calambres del hambre.
·
Diciembre 25
Adiós, querida casita, engalanada con guirnaldas festivas y
sagradas, iluminada de vivos colores. Te amo casa. ¡Me harás falta!
·
Enero 6
¡Qué suerte poder hacerse amigos y con todo. A mí como
siempre: nada. Un inmenso anda, y probablemente es lo único que merezco. ¿Irán
vestidos como en casa los chicos de mi escuela?
·
Febrero 8
Bueno, he engordado lo menos siete kilos desde que llegamos
aquí. Mi rostro es un desastre, y mi pelo es tan viscoso y grasiento que debo
lavarlo todas las noches para que se vea decente. Papa no está nunca en casa, y
mama la tengo siempre encima. “Se dichosa, péinate, se positiva, sonríe,
muestra buen humor, se amistosa”, y si me decían otra vez me comporto de manera
negativa e inmadura, voy a vomitar.